Mi vida era irrelevante
Pero Cristo tuvo piedad de mí
Pagó mi deuda dando su vida
Y nunca demandó nada de mí.
Pero Cristo tuvo piedad de mí
Pagó mi deuda dando su vida
Y nunca demandó nada de mí.
Aún me bendice sin merecerlo
Cristo ha enviado al Consolador
Que me proteja y me aconseje
Y su morada es mi corazón.
Pero la vida me llama y yo voy
Lejos de Cristo la misma yo soy
Que juzga al hermano según la ley
Y así misma justifica tan bien.
En sus manos tiene a quién amo yo
Cristo los ama aún más que yo
Que se haga la voluntad del Señor
Ya le agradezco por su salvación.
Pero la vida me llama y yo voy
Lejos de Cristo la misma yo soy
Que juzga al hermano según la ley
Y así misma justifica tan bien.
-Composición propia